El caótico tránsito por calles y avenidas del Distrito Nacional empeora en la medida en que se acercan las festividades navideñas. Los tapones se atribuyen a una mayor movilidad de ciudadanos tras recibir el doble sueldo, a la mala educación vial de algunos conductores y a las acciones de agentes de tránsito debajo de los semáforos en puntos neurálgicos. También al tramo colapsado en la 27 con Máximo Gómez, entre otros factores.

Cada año, para estas fechas, más gente sale a las calles en sus vehículos o utilizan transporte público a comprar, compartir con amigos o asistir a fiestas, aumentando el volumen de vehículos en las vías.

Aunque las autoridades toman medidas, algunas resultan inefectivas. La colocación en la línea de conos en algunos tramos de grandes vías, por ejemplo, obstaculiza el flujo; es el caso de la avenida 27 de Febrero, desde la Ortega y Gasset hasta la Tiradentes.

En las llamadas "horas pico" el flujo vehicular es mayor. Algunos conductores atribuyen el empeoramiento de la situación a que agentes de la Dirección General de Seguridad de Tránsito y Transporte Terrestre (Digesett) no dejan trabajar los semáforos y conceden mucho tiempo a un carril, entaponando los demás.

"Esta es la misma vaina todos los días, esos Amet (agentes de la Digesett) no dejan que uno avance, le dan prioridad a un lado y se olvidan de que los otros queremos avanzar", dijo Felipe Colón, un chofer de guagua de la avenida 27 de Febrero.