A punto de abandonar al Licey por requerimiento de su nuevo equipo en Asia, Mel Rojas Jr., se aseguró de dejar en la retina de los clubes más populares de la Lidom otro capítulo de esos inolvidables.

Rojas pegó un jonrón de tres carreras que puso a los azules delante en el octavo por primera vez en el juego y, tras las Águilas hacer una remontada épica al siguiente turno, definió con un elevado de sacrificio un partido de un valor de oro para los Tigres y que deja muy tocado a los de Tony Peña.

En un choque que estremeció la estructura del Estadio Quisqueya, el Licey dejó en el terreno a las Águilas con la victoria 7-6, frenó así su racha de tres reveses y logró la tranquilidad que da una ventaja de cuatro partidos en la clasificatoria cuarta posición.

Fue quitarse de la espalda a un rival histórico que llegaba crecido, pero que tras el resultado vuelve al sótano con 16-24 y se aleja a cuatro juegos y medio cuando le restan 10 compromisos. Los Tigres mejoran a 21-20, a un partido del tercer lugar.

Hasta la octava entrada las Águilas tenían el juego bajo su control, ganaban 2-0 y habían limitado al Licey a dos hits. Con dos outs en el noveno perdían 4-2, pero fabricaron cuatro vueltas ante un Jairo Asencio que perdió el control. Una ventaja que su relevo no pudo mantener.

César Valdez limitó a los cibaeños a cinco hits, una carrera, un boleto y ponchó dos en cinco episodios. Por los santiagueros abrió Braden Web, que tiró 3.2 innings de dos imparables, un boleto y cuatro ponches.